Un rincón nuevo…
- Disculpe, Señor. Soy novato. Traigo
estos sentimientos, son nuevos para mi y no sé dónde archivarlos.
- Aha, yo llevo en este almacén
bastante tiempo, así que encantado de poder ayudarle. A ver, ¿Qué traes ahí?
- Pues mire, es esta carpeta marrón.
Básicamente es toda alegría pero en uno de los renglones de este escrito, se
instala una tristeza tan profunda, que todo lo empaña, y ya claro, me hace
dudar si esto va en la estantería positiva, porque la verdad es que si no fuera
por él, todo lo demás es de una alegría tan inmensa que da
pena que este renglón estropee todo el escrito.
-Pues borrémoslo.
- pero ¿hombre, eso, no está bien,
no?
- si prácticamente está todo claro, no
se notará. A ver, lee como quedaría.
“ y una inmesa alegría recorrió todo
mi cuerpo tras ver de nuevo la luz, después de tanta …., sin esos días tan … no
hubiera podido apreciar aquella felicidad inmensa”
Pues no se entiende nada, porque al
parecer el motivo de tal alegría fue precisamente el haber pasado por una profunda tristeza, y no se entienden separadas.
-No, no lo borres, no te preocupes
por el sitio donde colocarlos. A veces hay que crear nuevos estantes. Creo
que somos un poco vagos en esto y
preferimos meter sentimientos nuevos en estantes viejos, aunque tengamos que
borrarles aquello que precisamente los hace tan especiales, merecedores de un
rincón nuevo en el alma.