El Algodón…

Cuando un niño dice quiero ese algodón dulce. Los mayores damos toda clase de argumentos para justificar la negación:

-          NO, porque te quitará el hambre.

-          NO,porque  se te picarán los dientes.

-          NO, porque te llenarás todo y vas muy guapo.

-          Hasta un  NO, porque vale mucho.

-         

Mientras……

Él sólo mira ese algodón que parece tan blandito.

Piensa..

en  el momento de estriparlo con la yema de sus dedos, meterlo en su boca y…¡uf! ese momento tan dulce en el que el algodón desaparece y le deja ese sabor que hace rechinar sus dientes, con caries o sin ella. Ese momento,  en el que no sabría decir ni qué ropa lleva puesta, ni qué comerá después, ni cuánto costó eso tan rico que ahora tiene en su boca.

 Sólo podría saber cuánto le costó convencer a su madre para poder disfrutar de ese instante tan dulce que volverá a recordar cada vez que pase frente a uno de esos y le transporte de nuevo al paraíso, que los mayores no conocemos.