martes, 24 de diciembre de 2013

SINCRONÍA

Recuerdo lo que que me impactó esa imagen en  Braveheart en la que William Wallace pedía a los escoceses que no levantaran sus lanzas aún. Mientras cabalgaban los enemigos hacia ellos, gritaba:  parad, parad, y justo cuando estaban tan cerca de las lanzas que los caballos no podrían retroceder, todos, a la vez levantaban sus lanzas, formando una gran escabechina de cuerpos enemigos. “ Todos a la vez y justo en un instante concreto”, ¡ así ganaron esa batalla¡. Ahora mientras contemplo la indignación de todo un pueblo,(ya tenemos mareas de todos los colores),  veo como nos indignamos a destiempo, minorando así nuestras fuerzas y lo que es peor acostumbrando nuestro cerebro a imágenes desagradables. Es tanta la indignación virtual la que circula en la red que ya nos hemos acostumbrado a ella.


Al igual que el sexo en publicidad ya no vende, porque está en todos lados, según reconocen los propios publicistas; podríamos decir que la injusticia, ya no indigna, nos hemos acostumbrado a ella, Y seguimos sin estrategia para combatirla. Levantamos  lanzas en asincronía. Es la fuerza del grupo, aplicada en el mismo instante el que acaba con el enemigo. Trasladando esta estrategia de “guerra” a los tiempos que corren, parece claro quienes somos los humillados, ya solo nos falta saber cual es  el arma qué  levantar todos a la vez para acabar con tanta injusticia. ¿La red? es potente, pero dispersa. Y tanto dispersa que interesa. ¿Qué hubiera sido de los escoceses en esta batalla, si en vez de un Wallace hubieran escuchado miles de voces:” parad”, “ahora”, “parad”, “ahora”. Imposible la sincronía con tanto barullo, con  esta ventaja está jugando hoy el enemigo.

Ah,  y que nadie dude que estamos en guerra.